domingo, 23 de enero de 2011

"Les guste o no les guste..."

"Les guste o no les guste, les cuadre o no les cuadre, el Atlante es su padre, y si no, chinguen a su madre!"

No es que mi papá se la pasara gritando eso por la casa, pero esa frase me liga a él y a su amado Atlante.

Mi papá, tipo interesante, brillante, trabajador, materia para un libro. Atlantista desde siempre, creyente en Dios, en la Virgen de Guadalupe y en sus prietitos del Atlante. Ese señor fue el que me comenzó a mostrar el mundo del fútbol.

Este texto no pretende ser exacto en las fechas ni mucho menos, solo plasmar recuerdos, inciertos algunos de ellos, y compartirlos con ustedes.

Estudiaba yo en la primaria Guadalupe Victoria. Estaría en segundo o tercero de primaria cuando un día pasó por mi, elegantemente vestido con un traje café en su Malibú. "A donde vamos pá?" -pregunté- "A ver al Atlante..." Ese es mi primer recuerdo del tan querido equipo. Llegamos al estadio de la Ciudad de los Deportes (no recuerdo que se llamara Estadio Azulgrana), no había mucha gente, pero si muchos aficionados amantes de su equipo. Así comenzó el fútbol en mi vida.

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"A donde va Lavolpe!" dijo molesto mi papá desde el gallinero del Azteca (así le decíamos a la parte superior del estadio). Se jugaba la final Atlante -  Tigres y el portero, Ricardo Antonio, había recorrido casi toda la cancha para reclamarle al árbitro alguna decisión. Ahí estábamos mis hermanas, mi papá y yo. No tengo idea como habrá terminado el partido, el caso es que llegaron a los penales. Tiró uno y otro hasta que Rubén "El Ratón" Ayala falló... No recuerdo ver a un papá enojado ni triste, situación que me impresionó aun más que el Azteca lleno.

Podría seguir con muchos mas recuerdos de mi papá y el fútbol, y lo haré, en otras ocasiones.

Hoy solo me queda agradecer a Dios por ese gran señor que es mi padre y por sus enseñanzas, entre ellas el entendimiento de lo que es el fútbol... y de lo que no es también.

Vaya este texto para él y para el equipo del Pueblo, los queridos Potros de Hierro del Atlante.

Para el final:

No, no soy de Pumas desde la cuna, soy de Pumas desde que supe como se tenía que querer a un equipo.

Rabia.

1 comentario:

  1. La pasión manda ( Y no, no es anuncio de cerveza)

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