miércoles, 18 de mayo de 2011

Como llegue a esto?

Estoy sentado viendo mi pie derecho y preguntandome como es que llegue a esto. Todos los pensamientos llegan a la misma respuesta: el fútbol y mis amigos. Si, ellos tienen la culpa, yo no. Esta bien, yo tengo la culpa.

Después de dos años de la ruptura del ligamento cruzado anterior, me fracturo el quinto metatarso del pie y me he encontrado con diversas opiniones, criticas la mayoría de ellas. Pero, ¿quien puede criticar algo que no conoce? o mejor dicho, ¿cómo se puede criticar una pasión?. Se necesita entender la emoción que se siente ponerse el uniforme de un equipo, de un grupo de amigos; se necesita salvar un gol o sufrir cuando se lo anotan a uno; se necesita dar un pase para gol o tener la fortuna de anotar uno; se necesita entender lo que es el fútbol, en el hipotético caso que se pueda entender.

Y es que desde chavo uno esta expuesto a ese fenómeno llamado fútbol. Pareciera que ese deporte mueve al mundo (y las bodas, como dice la esposa). Todos hablan de él, todos saben de él, todos lo "entienden" y casi todos los practican. Una pelota (o un frutsi relleno de papel) es suficiente para congregar a grandes futbolistas y jugar la cáscara. Así las cosas es que me pregunto y les pregunto, ¿como carajos me (nos) critican?

Llegar a las 7.30 de la mañana a la Villa Olimpica, o cualquiera que sea el nombre del lugar donde se practique semejante deporte, ponerse el uniforme, ver a los amigos y hermanos llegar, platicar de lo sucedido en la semana, reír a la primera provocación, es una actividad inigualable. Y si en el inter jugamos fútbol, pues que mejor!

Por esto es que culpo a mis amigos y hermanos por esta nueva y ultima lesión. Me puede mas tratar de sumar en pos de un logro en conjunto que pensar en mi bienestar físico. 

Mi esposa ha dicho dos verdades categóricas: "a todo te entregas al 100%" y "ahora te toca jugar con tus hijos". Si, creo que todos tenemos razón. 

El pie duele, mucho, pero más duele el ego. A unos días de llegar a los desequilibrantes 36 años me doy cuenta que no soy lo suficientemente viejo para dejar de jugar pero, sin duda y comprobado, ya no soy lo suficientemente joven para hacerlo. 

Sirva este texto para defender a todos los caídos en la batalla futbolística que, sin duda, deberíamos ser tratados como héroes de guerra. Entendemos lo que es la labor de equipo, la solidaridad, el esfuerzo, el sacrificio, la amistad, que somos tan fuertes como el mas débil... y muchas cosas más. 

Para el final:

Para ustedes, Profe Capi Rabia. 

Rabia.

1 comentario:

  1. Me vienen un par de palabras a la mente, solo diré una:

    ¡Achíquele!

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