No sé ustedes, pero yo, muy licenciado,
maestro, fotógrafo y no se cuanta fregadera, necesité y necesito una clase de
Santaclausología. Jamás pensé que se necesitara algo así hasta que un día llego
la pregunta que me dejó helado: “¿Papá, el Santa Claus de la plaza es el real?”
A verdad!
Miren que si me hubiera preguntado cómo
llego al mundo hubiera sido más sencillo contestar: “Mira hijo, hay una serie
de aves en París que no tiene otra cosa mejor que hacer que jugar bromas muy
pesadas dejando niños en las puertas de las casas..” Sencillo, ¿no?
Pero, ¿cómo carajos contesto si el gordito
de la plaza es el auténtico Santa? Obvio, siendo un tipo creativo, saque una
respuesta de la manga que, evidentemente, no creyó mi hijo, el Mijo, como le
llamo. Y no la creyó por la carencia de seguridad que mostré.
Me puse a pensar en quién es el tipo de la
plaza. ¿Es Santa? ¿Es un enviado de Santa? ¿Es un impostor que lucra con los
papás de los niños? ¿Quién es el tipo de la plaza? Y claro, no iré a
preguntarle enfrente de los niños, me van a catalogar, lo menos, de imbécil.
Tuve que poner un piso, es decir, un punto
de partida y ese fue lo obvio, lo que todos sabemos: Santa existe.
Luego entonces, si existe, ¿puede estar en
todas las plazas del mundo?. Pues claro que puede, porque está, o que, ¿alguno
de ustedes ha visto dos Santas juntos? Yo no.
Otra complicación, los parecidos, las
voces, las características y, en algunos casos, las respuestas que dan. Hay
unos más llenitos que otros. Incluso hay algunos que hasta parece que su
barriga es como de borra. Otros no, tienen un abdomen bastante real. Hay los
caucásicos, los trigueños, morenos y si me apuran hasta hay algunos que hasta
se parecen a mi vecino. Todo esto hace que las confusiones surjan en mi para
poder dar una respuesta precisa.
Así han pasado días enteros, volviéndome
loco por saber quién es el personaje de la plaza y justo cuando estaba por
ingresar a un hospital psiquiátrico, surgió la respuesta que le dio claridad a
todo.
“Papá ya tengo la respuesta!!! Santa Claus
son todos ellos y se convierten en uno cuando va a dejar los regalos!!!”
No pude más que reír y agradecer a Dios por
los niños y su infinita sabiduría. Una vez más queda claro que al pasar los
años los adultos nos hacemos más tontos.
El tipo de la Plaza si es Santa Claus.
Para el final.
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