“La
salvación de este mundo se encuentra en ninguna otra parte que en el corazón
del hombre, en el poder humano para reflexionar, con humildad humana y la responsabilidad
humana.”
Vaclav Havels
Cada día surgen nuevos culpables de la
tragedia nacional, y sin embargo siguen siendo los mismos de toda la vida. Harto
de esto me veo obligado a aclarar que yo soy el responsable. Yo los maté.
Yo los maté porque sigo consumiendo
productos de un negocio ilegal y cuyo mecanismo de gestión es la violencia.
Yo los maté porque prefiero meterme algún
tipo de droga ilícita haciendo que un negocio tan próspero como el narcotráfico
siga creciendo.
Yo los maté porque en lugar de aceptar mis
faltas, le ofrezco una mordida a la autoridad para no pagar conforme a la ley
incrementando el máximo cáncer de esta sociedad: la corrupción.
Yo los maté porque no denuncio al que
abusa, al que comete crímenes, porque a pesar de saber que en la tienda de la
esquina se venden drogas, prefiero hacerme pendejo e ir por la vida sin meterme
en problemas.
Yo los maté porque sigo creyendo que la
violencia se resuelve con violencia. Porque veo las imágenes de los
manifestantes externando su odio a un sistema, cualquiera que sea éste, y
justifico el tan dañino “ojo por ojo”.
Yo los maté porque consumo violencia,
porque he permitido que la violencia sea un espectáculo.
Yo los maté porque he dejado, durante
décadas, el control de lo que sucede en el país a políticos que, por
definición, solo buscan el poder por el poder mismo. Y porque siempre será más
sencillo tener a alguien que haga mi chamba.
Yo los maté porque sigo convencido que cada
sociedad tiene los gobernantes que merece, ¡y me conformo con eso cuando yo soy
esa sociedad!
Yo los maté porque sigo creyendo en los
políticos, ganadores y derrotados, populares y populistas, pendejos y más
pendejos.
Yo los maté porque sigo creyendo que votar
no sirve para nada y que todo está arreglado por una fuerza superior y oculta
que rige la vida de todo un país.
Yo los maté porque sigo creyendo que los
problemas de mi país no son mis problemas sino de alguien más.
Yo los maté porque dejo que mi opinión se
moldee por periodistas manipuladores. Porqué creo que López Doriga es un
mentiroso y Carmen Aristegui es honesta, sin entender que ambos tienen un mismo
fin, su atractivo sueldo.
Yo los maté porque escucho esa cantaleta de
la descomposición del tejido social y espero que ese concepto lo genere y lo
coordine el gobierno, sin darme cuenta que yo y los míos somos un hilo de ese
tejido.
Yo los maté porque sigo creyendo que mi
país soy solamente yo sin darme cuenta que hay 50 millones de pobres que se
venden como productores de marihuana o asesinos por unos cuantos pesos.
Yo los maté porque no los protegí, porque
no protejo a los demás, porque solo me protejo a mí.
Yo los maté y los seguiré matando porque me
sigue valiendo madre lo que pasa en mi país y solo me quejo de los otros,
cuando yo soy el problema, y la solución también.
-Rabia
Para el final:
Todos tenemos un pequeño microcosmos
integrado por esposas, esposos, hijos, hermanos, padres, etc. Si comenzamos por
ahí, este México, tuyo y mío, cambiará.
Esperamos que una figura mesiánica llamada presidente resuelva todo, o sea crucificado por ineficiente
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